Santiago de Santiago es un escultor y pintor español, nacido en Navaescurial, Ávila. Es un artista
autodidacta que ha realizado exposiciones colectivas e individuales por todo el mundo. Ha
realizado todo tipo de obras como bustos de personajes relevantes como los de la Familia Real, del
mundo de la política. También ha hecho múltiples monumentos que están situados en varios
rincones del mundo.
Antes de comenzar la entrevista se muestra entusiasmado y bromea sobre cuanto tiempo
aguantará la presión de las preguntas. Hablamos con el artista.
¿En qué te inspiras a la hora de hacer tus esculturas?
Pues yo empiezo a hacer la escultura cuando la señora inspiración me ha conquistado y ya ha
situado en mí una sensibilidad, que me provoca hacer una escultura. Quiero decir que yo me
inspiro en la vida, en mis semejantes, en dónde voy, dónde vengo, las personas con quien hablo o
no hablo y las veo reaccionar con una postura, con un gesto...
Y entonces ahí si he considerado, que ese hecho que yo he destacado es interesante, no para mí,
sino puede ser interesante para hacerlo, divulgarlo y que la gente lo conozca y lo viva como yo
trato y lo estoy viendo, entonces hago la escultura que representa casi todo lo que yo quería hacer.
A veces lo consigo y a veces me paso.
Quiero decir que a veces me paso me paso porque me dicen que hay esculturas que son muy
simples aparentemente, y me dicen “esta niña está muy triste, ¿por qué está triste? Entonces, el
hecho es que esa figura, yo he conseguido que tenga un dolor amplio, muy sensitivo para
transmitirlo y entonces mi objetivo está cubierto. Y a lo mejor ocurre que esa tristeza es sensible al
ser humano. Entonces puede sugerir algo. El hecho es que he conseguido que su presencia
conmueva al espectador.
Su primera etapa era más humana, se fijaba más en las expresiones, en las formas, etc. Y ahora
es más conceptual, ¿Cómo se transforma?
Aquella primera época está muy al alcance del que empieza una marcha, una ruta. En mi caso
como artista, una forma de expresar tus sentimientos. Y esa primera época, no es primera época,
es primeras sensaciones que conmueven en el ser humano. Conforme vamos viviendo vamos
teniendo más sensaciones, más experiencias y vivencias nuestras y que antes vemos en la gente. Y
lo decimos de la forma que consideramos más propia a como lo sentimos. Pero como voy
experimentando mi sensibilidad entonces trato de disminuir detalles para que el concepto no diga:
“esta niña es guapa”, sino “así son las mujeres, guapas”. Entonces el concepto es más amplio, van
unidos, y ya huyo de hacer en una sola forma una figura guapa sino una cosa guapa, que sea
especial y extensa. Pues bien, insisto, conforme se va viviendo se van delineando los gustos y trato
de hacerlos generales para que esa generalización sea comprensible para todos. Yo sugiero la
belleza así, mediante una belleza amplia.
¿Cuál ha sido la sensación que más difícil te ha resultado plasmar?
Pues posiblemente la sensación o circunstancia que no haya conseguido vivir.
¿Considera adecuado el tratamiento que dan los medios de comunicación a su arte?
Medios de comunicación los hay jóvenes, menos jóvenes y mayores. Los jóvenes acaso no siguen
mi arte. Están en su primera etapa de conocer esas primeras experiencias que ya he comentado.
Los mayores posiblemente sí se puede encontrar lo que yo hago o lo que ellos piensan que yo
quiero hacer. Y los otros, que son más mayores que yo, ahí ahí andan.
¿Cuáles son los artistas que más le han influenciado a lo largo de su carrera?
Los artistas que me influenciaron son los que ya habían hecho su obra, osea la experiencia humana
de muchos artistas que estaban ya en los museos o en los libros, juntando su obra. Entonces yo
traté de imbuir, de comer, de tomar, de beber en esas fuentes, hasta que vi que estaba bebiendo
de muchos seres el mismo licor, la misma temperatura. Entonces, cerré libros, cerré museos y
agarré un taller, un martillo y muchas piedras. Me puse a hacer, bueno, traté de hacer lo que ya
existía, formas que ya existían. Y en ese camino en el que conseguí dominar los materiales me
sugería ya esa sapiencia de materiales y herramientas, hacer otras cosas que no habían hecho
todavía, o no había visto yo hechas todavía.
De todas las obras que ha realizado a lo largo de toda su vida, ¿de cuál se siente más orgulloso?
De lo que me siento más orgulloso es de seguir. Seguir implica seguir, no parar, seguir adelante. Y
de obras, considero la más importante... En Tortosa hay un museo al aire libre, todas las obras son
hechas por mí. Y hay una de ellas que es el monolito central que considero muy completo. Más
interesante a lo mejor que lo que había hecho hasta entonces. Porque después otras aunque más
simples, las he conseguido más trascendentes porque se han salido de las vivencias humanas.
Porque ahí, en el museo de Tortosa todas las obras son en relación con la lucha por la vida. Y la
lucha por la vida son hombres y mujeres, seres, viejos, niños luchando por superarse en su vida.
Pero hay otras cosas por encima de la vida.
Lo que hacemos los hombres con elementos materiales tiene una limitación, en cambio lo que se
hace con la mente todavía no tiene limitación. Tiene todo el mundo, todo lo que hay por ahí,
llámalo espacio o llámalo energía, para tratar de con eso hacer cosas nuevas. Y pienso que los que
siguen siempre y van hacia adelante se encuentran con cosas que ni habían pensado que se iban a
encontrar en ese camino pero que les ha dado el pie a lo mejor, para dar un salto y seguir sin parar
pero con cosas nuevas, sensaciones nuevas y cielos nuevos. Osea eso de seguir parece una
simpleza pero no, porque a veces al seguir te encuentras algo nuevo. Y entonces algo nuevo tienes
que o superarlo, aceptarlo o vivirlo y darte nuevas alas.